Cómo quitar la custodia compartida a un padre

Cómo quitar la custodia compartida a un padre

La custodia compartida es hoy la regla general tras una separación o divorcio, pues el Código Civil (Art. 92) la consagra como fórmula ideal para garantizar el bienestar del menor. Sin embargo, se pueden dar circunstancias que impulsan a una madre a querer quitar la custodia compartida a un padre.

La ley admite la revisión de la custodia si cambia «sustancialmente» la realidad familiar. Eso si, cualquier petición debe justificarse ante el juzgado mostrando pruebas que acrediten el cambio de circunstancias.

El interés superior del menor (Art. 39 CE) siempre será el eje de cualquier modificación. En la práctica, esto significa que sólo causas objetivas y graves –no rencillas personales– pueden justificar pedir la retirada de la custodia compartida.

Requisitos legales para modificar la custodia

La ley española permite pedir la custodia exclusiva o un régimen más restringido mediante un procedimiento de modificación de medidas. Esto exige:

  • Cambio sustancial de circunstancias. Según el Art. 90 del Código Civil y el Art. 775 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, se debe demostrar que las condiciones han variado de modo relevante respecto a la sentencia original. Por ejemplo, uno de los padres ya no puede cumplir con sus responsabilidades o representa un peligro para el niño.
  • Demanda judicial motivada. Hay que presentar una solicitud (demanda) ante el mismo juzgado que dictó la sentencia inicial. En ella se deben relatar los hechos, fundamentos jurídicos y aportar prueba documental (informes médicos, escolares, psicológicos, partes sociales, comunicaciones, etc.) que acrediten el perjuicio o riesgo para el menor.
  • Audiencia al Ministerio Fiscal. La Ley de Enjuiciamiento Civil obliga a oír al Ministerio Fiscal en estos procesos (Art. 749.2 LEC). El Fiscal, como garante del interés del menor, emitirá un informe que el juez tomará en cuenta al decidir.

Ni el juez ni la fiscalía atenderán meros conflictos personales o venganzas. Sólo servirán las “causas objetivas, graves y justificables” que demuestren que la guarda compartida ya no beneficia al niño.

Causas que pueden justificar quitar la custodia compartida

Los motivos más frecuentes para pedir la custodia exclusiva o restringida suelen relacionarse con el bienestar del menor. Entre ellos destacan:

  • Negligencia o desatención parental. Si un progenitor incumple reiteradamente sus deberes básicos (alimentación, salud, escolarización) el juez puede retirar la custodia compartida. Por ejemplo, informes escolares o sociales que acrediten que el padre nunca lleva a los niños al colegio o no atiende su higiene demuestran dejación de funciones.
  • Conductas perjudiciales. Cualquier conducta que ponga en peligro físico, psíquico o emocional al niño es causa de revocar la custodia compartida. La violencia doméstica (incluso si no va dirigida al menor) justifica automáticamente atribuir la custodia al otro progenitor. También los abusos de drogas o alcohol que afecten negativamente la convivencia son causa grave para limitar la custodia. Asimismo, trastornos mentales graves no tratados pueden implicar riesgos severos, y la falta de tratamiento pertinente podría motivar la anulación del régimen compartido.
  • Cambios de situación objetivos. Circunstancias como un traslado de residencia o cambios laborales pueden hacer inviable la custodia compartida. Por ejemplo, si uno de los padres debe mudarse a otra ciudad o país por motivos de trabajo, el equilibrio en el tiempo de convivencia puede romperse. Del mismo modo, un cambio drástico de horario laboral que impida cuidar directamente de los hijos puede inclinar al juez a dar la custodia exclusiva al otro progenitor. También se considera la estabilidad del entorno; la aparición de una nueva pareja conflictiva (que genere tensiones en casa) puede ser valorada negativamente y justificar la modificación del régimen.
  • Alienación parental. Cuando existe manipulación emocional por parte de un progenitor para alejar al menor del otro padre o madre, se habla de síndrome de alienación parental. Si un informe psicológico demuestra que hay presión indebida para que el niño rechace al otro progenitor, esto puede sustentar una demanda de custodia exclusiva.
  • Opinión del menor. Leyes procesales (Art. 770 LEC y art. 92.6 CC) reconocen que, a partir de cierta edad de madurez (aproximadamente los 12 años), el tribunal debe escuchar al hijo mayor para conocer sus preferencias. La voluntad bien fundada del niño puede influir en la decisión, entregando la custodia a quien el menor prefiera vivir si ello favorece su bienestar.

Estos motivos suelen presentarse en la demanda, acompañados de pruebas (certificados, declaraciones de testigos, peritajes, comunicaciones, etc.) que acrediten la situación concreta.

Ejemplos ilustrativos

  • Caso 1: Una madre solicita la custodia exclusiva al detectar que el padre tiene un grave problema de alcoholismo. Los niños faltan con frecuencia al colegio porque el padre, en estado de ebriedad, olvida sus responsabilidades. Ante informes médicos y escolares que muestran desatención y riesgos (caídas, negligencias en la alimentación o higiene), la madre pide modificar la custodia. El juez valoraría la seguridad del menor por encima de la modalidad compartida.
  • Caso 2: Un padre debe trasladarse a trabajar al extranjero, lo que implicaría largos desplazamientos y el cambio de colegio de los niños. En este caso, la madre plantea que la mudanza haría inviable el reparto equilibrado de días, afectando negativamente la estabilidad de los hijos. Podría solicitar la custodia exclusiva argumentando que la distancia impide cumplir el régimen compartido, según los criterios legales señalados.
  • Caso 3: Una situación de alienación parental: el padre habla mal de la madre frente a los niños y los convence de que ella no los quiere. Tras detectar esta manipulación, la madre recaba informes psicosociales que evidencian el problema. Con esta prueba, solicita que se le conceda la custodia exclusiva para proteger la salud emocional de los niños.

Estos ejemplos muestran que sólo causas objetivas ligadas al interés del menor (riesgo para su seguridad o bienestar) pueden sustentar la petición.

Proceso legal para cambiar la custodia

El procedimiento típico para retirar la custodia compartida sería el siguiente:

  1. Presentación de la demanda: Se interpone una demanda de modificación de medidas en el mismo juzgado que dictó la sentencia de separación o divorcio. La demanda debe explicar los hechos (p.ej. incidentes concretos, informes de terceros) y los fundamentos jurídicos (Art. 90 CC, Art. 775 LEC, etc.). Debe ir acompañada de toda la prueba documental disponible (certificados médicos, escolares, informes sociales, mensajes, etc.).
  2. Admisión y contestación: Si la demanda es admitida, el juzgado notifica al otro progenitor. Este puede contestar la demanda, ofreciendo su versión y las pruebas que estime. Durante este trámite el juez puede decretar medidas provisionales urgentes si considera necesario proteger al menor.
  3. Juicio o vista de modificación: Finalmente se celebra una vista donde se examinan las pruebas y se oyen a las partes (y, en su caso, al menor mayor de 12 años). El juez evaluará si la custodia compartida deja de ser lo mejor para el niño y dictará sentencia. Si se demuestra fundadamente el cambio de circunstancias en detrimento del menor, la sentencia puede revocar la custodia compartida y establecer un régimen exclusivo o más restringido.

Todo este proceso requiere argumentación técnica, nuestro equipo de abogados expertos en custodias te será de gran ayuda.

Intervención del Ministerio Fiscal e interés del menor

Como hemos comentado al comienzo, en cualquier modificación de guarda, el Ministerio Fiscal participa obligatoriamente. La ley (Art. 749.2 LEC) obliga a que el Fiscal emita informe, ya que su misión es velar por el interés superior del menor.

En la práctica, esto quiere decir que antes de decidir, el juez escuchará al Fiscal (y al propio niño si tiene suficiente madurez) para asegurarse de que la decisión protege primero y ante todo al menor.

¿Qué pasa si se interpone una denuncia falsa para quitar la custodia?

En algunos casos, uno de los progenitores podría intentar obtener la custodia exclusiva fingiendo situaciones de riesgo inexistentes o exagerando conflictos, con el único objetivo de perjudicar al otro. Esta práctica, uno debe ser consciente que puede constituir un delito.

  • El Código Penal castiga la denuncia falsa (art. 456) con penas de multa o incluso prisión si el autor acusa falsamente a otra persona de un delito inexistente.
  • Además, si el juez detecta que se ha actuado con mala fe, se puede desestimar la demanda, imponer costas procesales y dificultar futuros cambios de custodia.
  • Los jueces y fiscales valoran de forma muy crítica estas estrategias, porque distorsionan el procedimiento judicial y pueden dañar psicológicamente al menor.

Por tanto, es fundamental acudir al procedimiento con pruebas sólidas, honestidad y asesoramiento legal profesional. En nuestro despacho trabajamos siempre dentro de la legalidad para proteger tus intereses y, sobre todo, el bienestar del menor.

En definitiva, la custodia se modificará sólo si se prueba que ello mejora la situación del niño, no para satisfacer intereses personales de los padres.

Modificar la custodia compartida es un trámite complejo que exige demostrar, con prueba sólida, que la situación del menor lo requiere. Si considera que su hijo se ve perjudicado por el régimen actual, contacte con nosotros hoy mismo para evaluar su caso y explicarle sus opciones legales.

Nuestros abogados especializados pueden guiarlo en cada fase (presentar la demanda adecuada, recopilar pruebas, negociar soluciones o litigar) siempre defendiendo sus intereses dentro de la legalidad y poniendo en primer lugar el bienestar del niño.

Jesús Odériz Echevarría

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