En España, el acuerdo prenupcial, también conocido como acuerdo prematrimonial y más formalmente como capitulaciones prematrimoniales, es una herramienta que permite regular de forma anticipada el reparto de bienes, la gestión de deudas y otros aspectos patrimoniales de la pareja.
El amor y el matrimonio siguen siendo las bases de muchas familias, pero la realidad económica y social actual (alto porcentaje de divorcios) obliga a las parejas a preocuparse también por sus bienes y responsabilidades. El uso de acuerdos prematrimoniales ha ido en aumento y cada vez es más frecuente que los novios firmen un documento de este tipo para evitar problemas en el futuro.
¿Qué es un acuerdo prenupcial?
Un acuerdo prenupcial es un contrato formal que se firma antes de celebrar el matrimonio y que permite a los futuros cónyuges establecer cómo se organizarán sus bienes y deudas durante la unión y, en caso de divorcio, cómo se repartirán. Se levanta en escritura pública ante notario y, aunque no siempre se inscribe, la inscripción en el Registro Civil le otorga eficacia frente a terceros.
En esencia, el acuerdo prenupcial es un contrato personalizable. A diferencia de un mero cambio de régimen económico matrimonial (como pasar de gananciales a separación de bienes), este documento permite regular múltiples aspectos: compensaciones económicas, protección de empresas familiares, reparto de bienes privativos y deudas, previsión de donaciones, etc. Su objetivo no es sembrar desconfianza, sino ofrecer transparencia y seguridad jurídica a ambos miembros de la pareja.
Diferencia con la separación de bienes
Es frecuente confundir el acuerdo prenupcial con la separación de bienes. La separación de bienes es uno de los regímenes económicos matrimoniales previstos en el Código Civil. Con él, cada cónyuge mantiene la propiedad y administración de sus bienes, y solo existe patrimonio común si ambos adquieren algo conjuntamente.
El acuerdo prenupcial, en cambio, no es un régimen económico en sí mismo, sino un contrato más amplio que puede establecer cualquier régimen (sociedad de gananciales, separación o participación) y regular cuestiones adicionales, como compensaciones, pensiones, herencias, responsabilidad sobre deudas o protección de negocios.
¿Por qué están en auge los acuerdos prenupciales?
Las estadísticas muestran que cada vez más parejas en España optan por pactar de antemano sus asuntos económicos. El Consejo General del Notariado informó que en 2024 se registraron 65.246 capitulaciones matrimoniales. Además, la mayoría de estas capitulaciones (el 92,3 % en 2023) se firmaron para establecer el régimen de separación de bienes.
Estas cifras contrastan con las 45.000 capitulaciones de 2015, lo que confirma una tendencia ascendente.
El incremento de capitulaciones está relacionado con varios factores:
- Aumento de divorcios y separaciones. El Instituto Nacional de Estadística (INE) indica que en 2024 se produjeron 82.991 divorcios, un 8,2 % más que el año anterior. La duración media de los matrimonios disueltos es de 16,4 años, y casi la mitad de los divorcios (49,7 %) con hijos incluyen custodia compartida.
- Mayor concienciación sobre la independencia económica. Muchas parejas jóvenes son conscientes de que el matrimonio no garantiza estabilidad eterna y prefieren prever cómo se gestionarán los bienes y responsabilidades en caso de ruptura.
- Protección de patrimonios empresariales. Las capitulaciones prematrimoniales están en auge entre los empresarios españoles, como es natural, buscan proteger sus empresas y evitar que las deudas de un cónyuge afecten a la sociedad familiar.
Ventajas de firmar un acuerdo prenupcial
Somos conscientes que, antes de cualquier futuro matrimonio plantear temas económicos puede resultar incómodo. Sin embargo por experiencia sabemos que el contrato prenupcial es flexible y ofrece múltiples beneficios. Entre los principales están:
1. Claridad y transparencia
Uno de los principales objetivos de estos contratos es clarificar las expectativas económicas de la pareja. Saber qué ocurre con los bienes y deudas en caso de ruptura reduce tensiones y conflictos. Cuando se trata de matrimonios con patrimonios desiguales o negocios de riesgo, la transparencia aporta tranquilidad y permite que la relación se centre en otros aspectos.
2. Protección del patrimonio personal y familiar
Mediante un acuerdo prematrimonial se puede diferenciar qué bienes pertenecen a cada cónyuge y cuáles serán compartidos. Esto protege el patrimonio familiar (empresas, herencias, inversiones, bienes inmuebles, acciones y participaciones) de los riesgos del matrimonio. También puede preverse que determinadas propiedades heredadas o donadas se mantengan en la línea familiar sin dividirse.
3. Reducción de conflictos y costes en caso de divorcio
Al establecer de antemano qué bienes son de cada uno, cómo se reparten los bienes comunes y qué deudas corresponden a cada parte, se evitan litigios largos y costosos. Un acuerdo prenupcial bien redactado por un abogado de familia permite que en caso de divorcio, éste sea más rápido, menos traumático emocionalmente y más barato.
4. Elección del régimen económico matrimonial
Salvo en Cataluña y Baleares, donde se aplica por defecto la separación de bienes, el régimen de gananciales se aplica de manera automática si no se pacta lo contrario. Con un acuerdo prematrimonial, la pareja puede elegir qué régimen económico regirá su matrimonio (sociedad de gananciales, separación de bienes o régimen de participación) y adaptar estas decisiones a sus circunstancias.
5. Protección frente a acreedores y deudas
El acuerdo también puede establecer que las deudas derivadas de la actividad empresarial o profesional de un cónyuge no afecten al patrimonio del otro. Esto es útil cuando uno de los miembros es autónomo o empresario con responsabilidades financieras y quiere salvaguardar el patrimonio familiar.
6. Planificación sucesoria
El contrato prematrimonial puede complementar una planificación sucesoria. Aunque no sustituye un testamento, permite acordar, por ejemplo, quién usará la vivienda familiar o cómo se gestionarán determinadas participaciones en empresas familiares.
7. Adaptabilidad y actualización
Otra ventaja es que se trata de un documento modificable. Las parejas pueden cambiar las cláusulas de sus capitulaciones en cualquier momento después de casarse, siempre que ambos estén de acuerdo, mediante escritura pública ante notario. Esto permite ajustar el contrato a nuevas circunstancias (nacimiento de hijos, compra de propiedades, cambios económicos, etc.).
¿Cómo se elabora y formaliza un acuerdo prenupcial?
Si no sabes por dónde empezar, en el despacho Odériz Abogados os podemos asesorar durante todo el proceso. La elaboración de un acuerdo prenupcial requiere asesoramiento legal y un proceso formal, veamos en qué consiste:
- Consulta con un abogado especializado. Es el primer paso indispensable. Contar con un profesional en Derecho de Familia garantiza que las cláusulas se ajusten a la legislación vigente y sean equitativas para ambos.
- Diálogo y consenso entre la pareja. La negociación de los términos debe basarse en la comunicación abierta. Hablar de dinero y bienes puede resultar incómodo, pero es imprescindible para que ambos se sientan protegidos y valoren la utilidad del acuerdo.
- Redacción del documento. Una vez acordados los términos, el abogado redacta el contrato detallando los bienes de cada uno, cómo se gestionarán durante el matrimonio y qué sucederá en caso de separación.
- Firma ante notario y registro. Para que tenga validez legal, el acuerdo debe formalizarse en escritura pública ante un notario. Aunque la inscripción en el Registro Civil no es obligatoria, inscribir las capitulaciones ofrece seguridad frente a terceros (como bancos o acreedores) y evita que la pareja tenga que demostrar continuamente la existencia del contrato.
- Posibilidad de modificación posterior. Si cambian las circunstancias, el contrato puede actualizarse mediante nuevas capitulaciones matrimoniales. Siempre con consentimiento mutuo y formalizarse ante notario.
¿Qué puede incluir un acuerdo prenupcial?
En esta guía queremos que entiendas bien todo este proceso. Así que debes saber que el contenido del pacto prematrimonial puede ser muy amplio, pero debe respetar los límites de la ley. Algunas de las cláusulas más habituales son:
- Detalle de bienes y activos. Enumerar inmuebles, cuentas, inversiones, participaciones y cualquier otro activo de cada cónyuge.
- Gestión de deudas. Establecer cómo se responden las deudas previas al matrimonio y las que surjan durante la unión.
- Asignación de bienes privativos y comunes. Definir cuáles bienes conservará cada cónyuge y cuáles pasarán a ser compartidos.
- Protección del patrimonio familiar. Especificar cómo se mantendrán herencias, donaciones, negocios familiares o bienes de especial valor personal en caso de separación.
- Compensaciones económicas. Incluir posibles compensaciones o pensiones para quien renuncie a una carrera profesional o aporte menos ingresos.
- Régimen económico matrimonial. Elegir entre gananciales, separación de bienes o régimen de participación. Es decir, el acuerdo prenupcial no implica un régimen de separación de bienes.
¿Hay límites legales?
Por supuesto, hay cláusulas que no son válidas en un contrato prematrimonial, como por ejemplo:
- No se puede modificar la pensión alimenticia de los hijos ni establecer condiciones que afecten a su custodia sin intervención judicial.
- No se pueden incluir renuncias a derechos básicos (por ejemplo, renunciar de forma total a una pensión compensatoria legalmente procedente).
- No se pueden imponer obligaciones abusivas o desproporcionadas que contravengan la ley o el orden público.
Un juez podría anular cualquier cláusula que vulnere estos principios, por lo que el asesoramiento de un experto es esencial.
¿Quién debería firmar un acuerdo prenupcial?
Este punto es muy interesante, ya que algunas personas consideran que si no tienen patrimonio no tiene sentido un acuerdo prenupcial. Bien es cierto que tradicionalmente, estos contratos se asociaban con grandes fortunas, pero hoy son útiles para cualquier pareja que busque transparencia y previsión.
Son especialmente recomendables en casos como:
- Existencia de un patrimonio previo significativo, como propiedades, ahorros o negocios.
- Personas con hijos de relaciones anteriores, para proteger el patrimonio que corresponde a esos hijos.
- Parejas con expectativas de recibir herencias o legados importantes.
- Emprendedores o autónomos con riesgo financiero.
- Matrimonios con un desequilibrio patrimonial desde el inicio, donde uno aporta más bienes que el otro.
Sin embargo, cualquier pareja que desee evitar conflictos futuros puede beneficiarse de pactar sus obligaciones y derechos antes de casarse. Cualquier persona que haya pasado por un divorcio contencioso sabe el valor que tienen estos acuerdos.
Preguntas frecuentes sobre acuerdos prenupciales
Esperamos que esta guía sobre acuerdos prenupciales haya resuelto la mayor parte de tus dudas. Aquí incluimos algunas preguntas frecuentes que nos realizan nuestros clientes. Si tienes alguna otra duda o quieres que os ayudemos a redactar el acuerdo, contacta con nosotros hoy mismo.
En España, las capitulaciones matrimoniales son el documento que permite modificar o establecer el régimen económico matrimonial. Cuando las capitulaciones se firman antes del matrimonio, a menudo se les llama acuerdo prenupcial o prematrimonial. Por tanto, el acuerdo prenupcial es una forma de capitulaciones prematrimoniales.
La separación de bienes es un régimen económico concreto en el que cada cónyuge conserva la propiedad de sus bienes. El acuerdo prenupcial es un contrato que puede establecer un régimen de separación de bienes, pero también permite añadir otras cláusulas sobre patrimonios, compensaciones, herencias, etc.
Sí. Para que tenga validez, el acuerdo debe elevarse a escritura pública ante un notario. Solo así se considera un documento legal eficaz.
No es obligatorio, pero inscribirlo en el Registro Civil garantiza su eficacia frente a terceros, como bancos o acreedores, y evita tener que mostrar continuamente la escritura.
Sí. Las capitulaciones pueden modificarse en cualquier momento si ambos cónyuges están de acuerdo, mediante una nueva escritura pública.
Si no se firma, el matrimonio queda sometido al régimen legal correspondiente (generalmente el de gananciales), lo que puede conllevar el reparto forzoso de bienes adquiridos individualmente, la asunción de deudas de uno por parte del otro y procesos de división más largos y conflictivos.
No. Aunque suelen asociarse a grandes patrimonios, cualquier pareja puede beneficiarse de ellos. El contrato ofrece claridad sobre las obligaciones económicas y evita problemas incluso con patrimonios modestos.
La ley no permite pactar de antemano la custodia o pensiones de los hijos; estas cuestiones se resuelven judicialmente en caso de divorcio.
Si este tema te interesa y te gustaría discutirlo con tu pareja, puede solicitar cita en nuestro despacho para resolver cualquier duda. Firmar un acuerdo prenupcial no implica falta de confianza. Es un ejercicio de honestidad y previsión que puede fortalecer la relación al fomentar el diálogo sobre temas económicos.
En un contexto en el que casi el 40 % de los matrimonios en España termina en divorcio, prepararse jurídicamente es una decisión responsable. Con un buen acuerdo prenupcial, cada cónyuge sabrá qué esperar, protegerá su patrimonio y reducirá la posibilidad de conflictos futuros.
