Los malos tratos en el ámbito familiar afectan a miles de personas cada año en España. Este tipo de violencia puede ser física, psicológica, sexual o incluso económica, y deja secuelas profundas en quienes la sufren. En muchos casos, las víctimas no saben que lo que están viviendo es un delito. Otras veces, el miedo, la culpa o la dependencia emocional impiden dar el paso para pedir ayuda.
Si estás viviendo una situación de violencia en casa, no estás solo, no estás sola; la ley te protege. Hay recursos disponibles para que puedas salir de esa situación. En este artículo te explicamos de forma clara qué se considera maltrato, qué derechos tienes y cómo podemos ayudarte desde nuestro despacho.
¿Qué se considera maltrato en el ámbito familiar?
El maltrato familiar abarca cualquier acción violenta o abusiva que se produce dentro del entorno familiar. No importa si las personas conviven o no. La clave está en la relación de afecto, dependencia o parentesco entre el agresor y la víctima.
Tipos de maltrato:
- Físico: golpes, empujones, arañazos, quemaduras, fracturas. Puede dejar huellas visibles, pero también puede no dejar rastro.
- Psicológico: humillaciones, insultos, control, amenazas, aislamiento, desprecio. Destroza el equilibrio emocional de la víctima.
- Sexual: cualquier acto o contacto sexual no consentido, incluso dentro de la pareja.
- Económico: impedir el acceso al dinero, controlar los ingresos, obligar a depender económicamente del agresor.
Es importante diferenciar la violencia doméstica de la violencia de género. La primera puede afectar a cualquier miembro del núcleo familiar. La segunda se produce cuando un hombre ejerce violencia contra una mujer con la que tiene o ha tenido una relación afectiva.
Malos tratos en el ámbito familiar sobre menores
Los menores son especialmente vulnerables. Pueden sufrir maltrato directo o verse afectados por la violencia que presencian entre adultos. Un niño o niña no debe vivir con miedo.
Además, también existe la violencia vicaria, que ocurre cuando el agresor daña o amenaza a los hijos como forma de hacer sufrir a la madre o al otro progenitor. Este tipo de violencia es una de las formas más crueles de maltrato, ya que instrumentaliza a los menores como herramienta de control y daño.
La exposición constante a la violencia genera graves secuelas psicológicas. Los menores que crecen en entornos violentos pueden desarrollar ansiedad, depresión, problemas de conducta y dificultades escolares. Algunas secuelas aparecen de inmediato y otras se manifiestan en la edad adulta, afectando su salud mental, relaciones personales y capacidad para confiar en los demás.
Si sospechas que un menor sufre malos tratos, puedes actuar. Cualquier ciudadano puede poner los hechos en conocimiento de los servicios sociales o de la policía. Las autoridades tienen la obligación de intervenir y proteger al menor implementando medidas urgentes, como la retirada de custodia, la orden de alejamiento o la suspensión del régimen de visitas.
¿Quiénes pueden ser víctimas de malos tratos familiares?
La ley reconoce como posibles víctimas a todas las personas que tengan una relación familiar, afectiva o de convivencia con el agresor (Artículo 173.2 del Código Penal):
La ley reconoce como posibles víctimas a todas las personas que tengan una relación familiar, afectiva o de convivencia con el agresor:
- Parejas o exparejas, con o sin convivencia.
- Hijos, hijas, padres, madres, hermanos o hermanas.
- Personas mayores o con discapacidad bajo cuidado del agresor.
- Menores en situación de tutela, guarda o acogida.
No hace falta convivir para que exista el delito. Lo importante es la relación de confianza o dependencia previa.

¿Qué pasa si el delito lo comete un hijo o una hija?
Los hijos también pueden cometer delitos de violencia familiar, tanto físicos como psicológicos. En estos casos, se puede imponer una orden de alejamiento, el desalojo del domicilio y otras medidas. Si no tienen recursos, la Administración debe garantizar un medio de vida alternativo. En estos casos, la víctima puede perdonar, lo que permite al juez suspender o dejar sin efecto las medidas impuestas.
Consecuencias legales del delito de maltrato familiar
El Código Penal castiga los malos tratos en el ámbito familiar con penas de prisión, trabajos en beneficio de la comunidad, alejamiento, prohibición de comunicación y suspensión de custodia o patria potestad.
La pena dependerá de la gravedad del caso. Las agresiones físicas leves se castigan con penas menores. Si hay lesiones, uso de armas, presencia de menores o quebrantamiento de medidas judiciales, las penas aumentan.
Cada acto de violencia puede ser castigado por separado. Por ejemplo, si además del maltrato habitual hay amenazas o lesiones, se castigan todos los delitos.
Medidas cautelares para proteger a la víctima
Lo hemos comentado anteriormente, pero conviene aclarar que tras presentar la denuncia, el juez puede imponer medidas urgentes para proteger a la víctima:
- Orden de alejamiento: el agresor no puede acercarse a la víctima ni comunicarse con ella.
- Prohibición de residencia: se le impide vivir en el mismo domicilio o en zonas cercanas.
- Prisión provisional: en casos graves, si hay riesgo de fuga o de agresión.
- Medidas civiles: custodia, visitas, pensión alimenticia, uso de la vivienda.
Estas medidas pueden durar hasta que haya sentencia. Si el agresor las incumple, comete un nuevo delito. Si, por el contrario, la denuncia se demuestra falsa, también existen consecuencias legales para el denunciante, que podría enfrentarse a una investigación por denuncia falsa o simulación de delito.
¿Y si me acusan falsamente de maltrato?
Como hemos comentado en este artículo y en más de una ocasión, las denuncias falsas también existen. Si alguien te acusa injustamente, necesitas un abogado especialista que analice las pruebas y te defienda desde el primer momento.
La presunción de inocencia es un derecho fundamental, no basta con la palabra de una parte. Hay que demostrar los hechos. Tu defensa puede aportar pruebas, testigos, periciales psicológicas o cualquier elemento que desmonte la acusación.
Ojo, porque aunque la denuncia resulte falsa, las medidas cautelares impuestas inicialmente pueden mantenerse vigentes durante un tiempo. Por eso, es fundamental actuar con rapidez para que el juzgado evalúe la situación y las retire si no están justificadas.
¿Qué debe hacer una víctima de malos tratos familiares?
Actuar ante una situación de malos tratos puede dar miedo, pero es el primer paso para recuperar la seguridad. Las víctimas muchas veces sienten culpa o vergüenza, o piensan que nadie las va a creer. Pero no están solas. Hay recursos, profesionales y leyes que las protegen.
A continuación, te explicamos los pasos básicos que debes seguir si sufres violencia en el ámbito familiar:
- Acude a un centro de salud si has sufrido agresiones. El parte médico es una prueba importante.
- Denuncia los hechos en la policía, la Guardia Civil o el juzgado.
- Guarda mensajes, grabaciones o cualquier otra prueba.
- Contacta con el 016 o el servicio especializado de tu comunidad.
Existen unidades de atención especializada en la policía y la Guardia Civil, así como servicios municipales de ayuda a la víctima.
Cómo puede ayudarte un abogado especializado en malos tratos
Nuestro equipo de abogados acompaña a la víctima en todo el proceso: desde la primera consulta hasta el juicio. Solicitamos medidas urgentes, preparamos la denuncia, recopilamos pruebas y representamos a la persona afectada ante el juzgado.
Si la víctima no quiere denunciar directamente, puede pedir información y apoyo confidencial. Cada caso requiere una estrategia distinta, y nuestro objetivo es proteger a quien sufre violencia, sin exponerla innecesariamente.
También defendemos a quienes han sido acusados injustamente. Analizamos las pruebas y luchamos para evitar consecuencias injustas.