Delito de daños en España

Delito de daños

El delito de daños es más común de lo que parece. Rayar un coche, romper un escaparate o destrozar mobiliario urbano son ejemplos cotidianos que encajan dentro de este delito. No se trata de simples travesuras: hablamos de conductas que pueden acabar en una condena penal y en la obligación de indemnizar a la víctima.

Conocer qué dice la ley sobre este tema es clave tanto si has sufrido un daño como si te acusan de haberlo causado. En este artículo te explicamos de manera clara qué es el delito de daños, cómo lo regula el Código Penal en España, qué penas conlleva y qué hacer en cada situación.

Delito de daños en el Código Penal

El delito de daños se regula en los artículos 263 a 267 del Código Penal español. El bien jurídico protegido es el patrimonio, entendido como los bienes materiales y, en algunos casos, también datos o programas informáticos.

Para que exista delito deben concurrir varios elementos:

  • Una acción u omisión que provoque el daño.
  • Que el acto sea intencionado (dolo) o, en casos muy graves, por imprudencia.
  • Que exista un resultado material: destrucción, deterioro o inutilización de un bien ajeno.

No importa si el daño es reversible o permanente: basta con que se haya menoscabado el valor o la utilidad del bien.

Delito de daños superior a 400 euros

La ley establece una diferencia clara según la cuantía del daño. Cuando el perjuicio económico supera los 400 euros, hablamos de un delito castigado con multa de seis a veinticuatro meses. La multa se calcula en función de la capacidad económica del autor, por lo que puede alcanzar importes muy elevados.

Además, existen circunstancias que agravan la pena y pueden llevar incluso a prisión de uno a tres años. Por ejemplo:

  • Si se usan sustancias peligrosas.
  • Si los daños afectan a bienes de utilidad pública.
  • Si el daño ocasionado deja en ruina al perjudicado.

Esto muestra que no se trata de una infracción menor, sino de un delito con consecuencias serias.

Delito leve de daños

Cuando el valor del daño no supera los 400 euros, se considera delito leve de daños. En este caso, la sanción es una multa de uno a tres meses. Aunque pueda parecer poco, sigue siendo una condena penal que genera antecedentes.

El procedimiento para estos casos es más rápido y sencillo. Normalmente se inicia por denuncia de la persona afectada y se resuelve en un juicio rápido. Aun así, la víctima tiene derecho a reclamar la reparación del daño y a ser indemnizada.

Delito de daños en vehículos

Uno de los supuestos más frecuentes es el daño intencionado en vehículos. Rayar la carrocería, pinchar ruedas o romper retrovisores son conductas que entran de lleno en el delito de daños.

El castigo dependerá de la valoración económica de la reparación. Si el arreglo cuesta más de 400 euros, será delito; si cuesta menos, será delito leve. En ambos casos, el responsable deberá pagar la multa correspondiente y, además, abonar la reparación al propietario.

Los tribunales españoles han condenado en numerosas ocasiones a personas por rayar coches de forma reiterada, reconociendo la importancia de proteger el patrimonio y la tranquilidad de los ciudadanos.

Delito de daños por imprudencia

El Código Penal también contempla los daños causados por imprudencia, aunque solo en casos graves. Según el artículo 267, únicamente se castigan si el perjuicio económico supera los 80.000 euros y la conducta fue de imprudencia grave.

En estos casos la sanción es menos severa que cuando hay dolo, pero igualmente puede implicar responsabilidad penal y la obligación de indemnizar a la víctima. Siempre es necesaria la denuncia de la persona perjudicada para que se persiga el delito.

Tipos agravados del delito de daños

Existen formas agravadas del delito que conllevan penas más altas. Algunos ejemplos son:

  • Cuando se usan sustancias corrosivas, explosivos o elementos especialmente peligrosos, por ejemplo, al verter ácido sobre un escaparate o utilizar petardos potentes para causar destrozos.
  • Cuando los daños afectan a bienes de interés común, como servicios públicos, infraestructuras o bienes culturales, por ejemplo, dañar una línea eléctrica, una vía de tren o pintar grafitis sobre un monumento histórico.
  • Cuando el daño afecta de manera grave a la economía de la víctima, dejándola en situación de ruina. Un ejemplo sería destruir intencionadamente maquinaria esencial de un pequeño negocio, impidiendo que continúe con su actividad.

En estos supuestos las penas pueden alcanzar la prisión de uno a tres años, además de las multas e indemnizaciones correspondientes.

Delito de daños informáticos

El delito de daños no se limita a los bienes materiales. El Código Penal también castiga los daños causados en sistemas informáticos, datos y programas electrónicos.

El artículo 264 establece penas de seis meses a tres años de prisión para quien borre, dañe o inutilice datos ajenos. La pena aumenta si se trata de servicios esenciales o si actúa una organización criminal.

Este tipo de delitos está en auge debido al uso masivo de la tecnología y puede afectar tanto a empresas como a particulares.

Cómo se persigue el delito de daños

En la mayoría de los casos es necesaria la denuncia de la persona perjudicada para que se investigue. La denuncia puede presentarse ante Policía, Guardia Civil o directamente en el juzgado.

Las pruebas son fundamentales: fotografías, presupuestos de reparación, testigos o incluso informes periciales. Cuantas más evidencias se presenten, más fácil será demostrar el daño y obtener una condena.

El proceso penal puede ir acompañado de una reclamación civil para exigir la reparación económica. De este modo, además de la sanción penal, el responsable deberá asumir el coste de los daños.

Consecuencias y reparación del daño

Toda condena por delito de daños lleva aparejada la obligación de indemnizar al perjudicado. Esto significa que el autor deberá pagar el coste de la reparación o el valor de reposición del bien dañado.

Si el responsable no paga de forma voluntaria, se pueden embargar sus bienes o ingresos para garantizar la indemnización. En el caso de vehículos, por ejemplo, el autor tendrá que cubrir el coste íntegro de la reparación del coche rayado o destrozado.

La reparación del daño es tan importante como la sanción penal, ya que busca restablecer la situación patrimonial de la víctima.

La importancia de contar con asesoramiento legal

El delito de daños es una figura penal que protege el patrimonio frente a conductas intencionadas o gravemente imprudentes. Las consecuencias pueden ir desde una multa hasta penas de prisión, además de la obligación de reparar el daño causado.

Si has sufrido un daño, tienes derecho a denunciar y reclamar la reparación. Si te acusan de haberlo cometido, necesitas defensa legal para garantizar tus derechos. En nuestro despacho ofrecemos asesoramiento especializado en derecho penal en ambos casos.

Contacta con nosotros y cuéntanos tu situación. Te ayudaremos a valorar las pruebas, presentar denuncia o preparar tu defensa. Nuestro objetivo es que se haga justicia y que tus intereses estén siempre protegidos.

Jesús Odériz Echevarría

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